sábado, 22 de septiembre de 2007

NELSON ALGREN Y SERGIUSZ PIASECKI





Hace unos días David González hablaba en este blog de Nelson Algren y El hombre del brazo de oro. Y yo recordaba que entre los libros de mi padre había una colección, Libros Reno, con una edición del mismo, sorprendentemente publicada en plena dictadura franquista. Dicha colección debía de estar dirigida por algunos cracks avezados en el regate final y capaces de meterles estos golazos a la censura, y otros como Los indiferentes de Alberto Moravia o El enamorado de la osa mayor de Sergiusz Piasecki, del que también reproduzco la portada, porque es un libro de aventuras de lo más recomendable, un canto a la libertad afinadísimo, escrito por un autor que sabe de lo que habla (la vida de los contrabandistas) con una peripecia vital de lo más atractiva y que recuerda a otros escritores misteriosamente desaparecidos, otros amantes de la libertad y enemigos de cualquier forma de autoridad, como B.Traven, el autor de El tesoro de la Sierra Madre (sobre este enigmático escritor http://usuarios.lycos.es/jhbadbad/traven.html) , o Ambrose Bierce (Diccionario del diablo, Cuentos de soldados y civiles...)...
Esto es lo que dice la solapa de la edición de esta novela que ha publicado recientemente El Acantilado:





"Sergiusz Piasecki, nacido en 1899, luchó a los dieciséis años con las tropas polacas que ocuparon Minsk. Llegó a obtener el grado de suboficial y participó en las guerras contra Rusia de 1921. Trabajó para los Servicios Secretos de la antigua Unión Soviética entre 1922 y 1926, fue contrabandista y, más tarde, bandolero, motivo por el cual fue condenado a muerte. Cuando Alemania ocupó Polonia, fue evacuado de la cárcel en la que cumplía la pena por la cual se le conmutó la ejecución, y se le perdió el rastro. Puede que tomara parte en la resistencia polaca, o que se trasladara a Inglaterra en 1946. Parece ser que murió, envuelto por la leyenda, en 1964".
Patxi Irurzun

1 comentario:

Hijos de Satanás dijo...

molaban un guevo los libros de reno, yo también tengo unos cuantos, entre ellos el hombre del brazo de oro...v.