martes, 25 de diciembre de 2007

LA HORA DE PELEAR, por David González.


no digas que no.

Sí puedes cambiar el mundo.

sólo precisas
un brazo
una mano
piedras.

estas son las mías:

llevo el pelo largo.

me salto los semáforos en verde.

me enfrento en duelos de miradas
siempre que la autoridad competente me desafía.

en el autobús, le cedo el asiento a los niños:
los mayores ya tuvieron su oportunidad
y no supieron, o no quisieron, aprovecharla.

no uso gafas de sol:
no me avergüenzo de mis lágrimas,
y cuando hablo con alguien
le hablo a los ojos.

no miro a nadie por encima del hombro
y eso que mido 1 metro 85 centímetros.

no hablo de lo que no sé.

no hablo.

escribo.

escribo poemas.

estas son mis piedras, parte de ellas.

piensa en las tuyas,
y recuerda:
brazo
mano
piedras.

pero,
sobre todo,

el gesto.

David González, del poemario La carretera roja ( C.E.L.Y.A. 2002 ).
En la foto: Arthur Cravan, poeta y boxeador.

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