jueves, 24 de abril de 2008

Resaca en El Cultural


Guerra sin cesar. Poemas 1981-1984
Charles Bukowski Trad. de Eduardo Iriarte Visor. Madrid, 2008. 346 pp, 15 e.
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Resaca / Hank over. Homenaje a Bukowski
VV. AA. Caballo de Troya. Madrid, 2008. 210 páginas, 12’50 euros
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Están los que quieren ser Beckham. Son enérgicos, luminosos y leen el GQ. Visten a Beckham, huelen a Beckham y redecoran sus vidas. Los más perezosos (o realistas) se conforman con beber Pepsi. Hombres o mujeres, da igual: los sueños (como los ángeles) no tienen sexo.Y luego están los otros. Los incapaces de creer en la magia Disney. Veneran a un dios mayor, todo alcohol y todo gloria. Hombres y mujeres, es lo mismo: idénticos demonios nos reclaman. Treinta y siete titulares para una alineación de leyenda. Son la conjura de http://hankover.blogspot. Editan Patxi Irurzun y Vicente Muñoz Álvarez. Publican Resaca / Hank Over. Un homenaje a Charles Bukowski. Pura pasión.
Pura libertad. Ante Bukowski se reacciona en prosa o en verso, con distancia prudencial o mimetismo suicida, desde la literalidad (la imitación es el mejor halago) hasta la inspiración remota. Pero, reaccionar, se reacciona, siempre. Safrika se parte el alma: “Enfrentar la propia fealdad ante el espejo, viendo en la mentira: / la pasión, el enredo, la novela, / el inconmensurable vacío de unas fauces muertas que se hacen llamar / YO”. José Daniel Espejo hace restallar su látigo en la tersa espalda del ¿primer? mundo: “el País Estómago / donde aún ser un hombre aunque a punto de caer, / pero aún no este galgo de puntillas sirviendo / platos con la soga en torno al cuello, / perdón, la pajarita” (“País estómago”).
Lucas Rodríguez nos pone a todos la máscara: “Yo antaño era una máquina efectiva y potente. A la perfección calibrada y diseñada para un perfecto funcionamiento. Realmente un hombre hecho para esto. Mi degradación transcurrió penosa y lentamente como una procesión de antorchas y fanáticos. Silenciosa” (“Denok gara hank”). Y Agustín Nocilla Mallo enuncia poéticamente su Bukowski Dream: “Si según Guillén lo profundo es el aire, / lo improfundo equivale al diamante, al bloque / de semen que descargo / en tu sexo para que lo talle, / pero, ¿y lo aprofundo?: / donde ambos coinciden, / donde ambos se anulan, / todo espesor en espesor cero concentrado” (“66”). Ignoramos si estos nombres que son palabras pasarán a la posteridad o al olvido. Y, francamente, nos importa bien poco. Sólo sabemos que entendemos su código, reconocemos sus referencias, hablamos su idioma. Esto somos nosotros.
Y esto es Bukowski: la percepción hipertrófica, la experiencia hiperreal, una imaginación arrasada. Guerra sin cesar bien podría haberse titulado Guerra por supuesto perdida o Veo demasiado y no entiendo en absoluto. Sobre las mujeres: “sus orejas, todas tienen / orejas y / gargantas y vestidos / y zapatos y / automóviles y ex / maridos” (“Un poema de amor”). Es todo el romanticismo que Bukowski puede contener. Eso sí, ironía le sobra: a cierto rosario de versos lo bautiza “Un poema triste”. Como si los 101 poemas restantes fuesen un festival del optimismo: “me ha llevado décadas caer en la cuenta / de por qué solían elegirme entre los / 6 o 7 aspirantes a aquellos / miserables curros de transporte / en aquellas pequeñas empresas / por todo el país. / primero, era grande, / lo que suponía que era capaz de levantar objetos / pesados. / segundo, era feo, / lo que suponía que no constituía amenaza alguna para / las secretarias. / tercero, parecía tonto, / lo que suponía que era demasiado estúpido / para robar” (“Cómo empecé”). Esto es Charles Bukowski: LA VERDAD. Con Bukowski no se pacta: a Bukowski se le ama con locura. Y será siempre un amor no correspondido, porque a Bukowski le traemos sin cuidado usted, sus homenajeadores, Eduardo Iriarte y yo misma: “no hay nada tan / aburrido / como / la inmortalidad” (“Tras leer por primera vez la literatura inmortal del mundo”). Vivir es autodestruirse. Hank Bukowski y su estirpe literaria: para quienes sospechan que, sea cual sea la pregunta, la respuesta no es Beckham.
A. SÁENZ DE ZAITEGUI
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[Link al texto de El Cultural: aquí. También se puede leer un extracto en la versión on line; en concreto, textos de Hernán Migoya, Vicente Luis Mora, Ana Pérez Cañamares y Manuel Vilas; aquí]

4 comentarios:

atrocity exhibition dijo...

vivir es autodestruirse, no hay nada más cierto...

un brindis,
Vara

safrika señorita dijo...

Jo, que guay. Esto chuta amigos!
A ver si organizo algo en Valencia para YA y os apuntais.
besos a todos y a todas...

saf

Leo del Mar dijo...

Vale, vale, vale.
El márketin ha hecho su efecto.
Mañana me lo compro, hoy no puedo que estoy de viaje, ¿de acuerdo?.
¡Hale!
Falsos (sal)U2

Joseda dijo...

¡Moción para declarar a la Ainhoa ésta Hija de Satanás pero ya!

José Daniel Espejo