lunes, 6 de julio de 2009

GUERRA DE IDENTIDAD/CUADERNO DE BATALLAS: Como un guante de seda forjado en hierro.



Guerra de identidad (Baile del sol, 2008) fue, sin duda alguna, uno de los poemarios revelación del año pasado, y su autora, Déborah Vukušić, inédita en papel hasta entonces, una de las sorpresas más gratas y prometedoras del panorama actual de la poesía española.
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Mitad gallega, mitad croata, Déborah diseccionaba en su primer poemario su niñez y adolescencia escindida, su guerra de identidad personal, enfrentándose a recuerdos familiares dolorosos y a fantasmas, conflictos y traumas latentes. Y lo hacía con una voz sincera y fresca, confesional, a veces tierna y otras cruda, visceral y rotunda, que, afortunadamente, no pasó desapercibida. Menos aún para los que tuvimos la suerte de escucharla recitar en público en alguna de las presentaciones del libro, deslumbrados por la energía y emotividad que emanaba de sus lecturas (estamos, quede bien claro, ante una de las mejores -si no la mejor- recitadora de poesía de este país).

Baile del sol reedita ahora Guerra de identidad en una versión revisada y ampliada, que incluye como colofón o apéndice el poemario titulado Cuaderno de batallas, prologado por David González.

En él, Déborah desentierra otra vez las armas y vuelve a luchar contra los mismos fantasmas (el padre, el conflicto de los Balcanes, su dualidad, su herencia genética y sus miedos), con una poética aún más afilada, visceral y reinvindicativa, en un intento explícito de catarsis y limpieza interior.

El resultado, de nuevo, es un poemario convincente y brillante, por momentos estremecedor, que complementa como un guante de seda forjado en hierro al primero.

Un libro, tal cual se presenta ahora, que me atrevo a calificar ya de imprescindible, necesario y de culto.

Y una autora, Déborah Vukušić, que ha entrado por la puerta grande al ruedo de nuestra poesía.
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http://www.bailedelsol.org/

1 comentario:

PANDORAS: dijo...

guau... muchas gracias, V.

sonrojada y halagada así un lunes de mañana.
de seda y de hierro es mi armadura pero mi abrazo es sólo de carne.

Vuk