martes, 15 de enero de 2013

ENTREVISTA a FELIPE ZAPICO


MI CUERDA ES LA DE COLGAR A TODOS LOS POLÍTICOS

“Soy mi propio mecenas, voy donde me llaman, donde quieren escuchar mis palabras, y como yo otros muchos. No nos hacen falta pesebres oficiales, ni hacer besamanos a los popes del cotarro”.

“Echo de menos una movida en la que se pudieran ver y conocer poetas de todos los lugares y acentos, voces y palabras, lenguas y estilos. Yo conozco a unos y otros y me gustaría hacer de celestina poética”.

“Las redes al uso están en manos de nuestros enemigos y debemos de tener cuidado en su uso. Incluso cuando esos dueños proclaman su independencia, los estados policíacos intimidan para obtener informaciones privadas”.

Por ELOÍSA OTERO

Activista cultural, activista de las redes sociales y de los amigos, activista de la A que salta en el círculo, activista político (todo es política) y ahora más que nunca: activista de la palabra. Entrevistamos a Felipe Zapico Alonso, para los amigos ‘Zapi’. Las preguntas le llegan por mail (se encuentra de viaje estos días) y hay una a la que no quiere responder ni por asomo —los ‘peores’ encuentros de poesía de 2012—.

Gestor cultural, músico, fotógrafo, bloguero, actor, editor, poeta… este leonés nacido en 1960 y afincado en Badajoz, donde trabaja como profesor universitario de Biblioteconomía y Documentación, se definió una vez como un “desobediente compulsivo” en estado de indignación permanente que se dedica “a observar”. Pero no sabe estarse quieto y donde quiera que va busca cómo contagiar su energía constructiva. Inconformista y socarrón, jamás dejará de ser el cantante de los Deicidas, aunque en los últimos tiempos vuelque más su voz en la poesía como forma de protesta y de desobediencia, en la poesía como forma de acción. Ya ha publicado tres libros de versos y está a punto de sacar el cuarto (el tercero en papel). Y en 2012 ha creado un sello editorial on-line, e-bookprofeno, que suma cinco títulos y otros tantos autores en catálogo. No piensa parar. Como tampoco piensa callarse.

—¿Cuál es tu balance parcial del año que termina?

—Magnates mangantes van ganando por goleada. Pero resistimos todo lo que podemos y un poco más.

—¿Propósitos y empeños para el 2013 que comienza?

—Llevar la palabra a cuantos sitios y lugares pueda, y donde no pueda llegar físicamente, que vaya impresa, grabada, rodada… silbada.

Seguir protestando, desobedeciendo, contagiando la necesidad de revuelta, de vuelco de nueva vida… para que haya vida.

—En un mes la editorial Origami publicará tu tercer poemario, ‘El ladrón de peras’. ¿Cómo se gestó este libro, de dónde surje?

—Se gestó casi sin darme cuenta a lo largo de cinco años. “Sin darme cuenta” es una de mis mentiras porque he sangrado cada verso, cada letra. Pero si no te cuentas mentiras no podrías vivir ¿no?. Aunque sepas que lo son, por supuesto. Gritar la verdad a versos supone mentirse de vez en cuando, de vez en cuarto, de cuarto en cuarto…. pero eso entra dentro del secreto de sumario.

Y ya no voy a decir más, no me gusta hablar de lo que escribo, por qué escribo, si es verdad o mentira, si algo sucedió o no, me gusta que cada cual adopte su propia posición sobre lo leído o escuchado, sea cual sea, esa posición será certera y verdadera.

—También el sello editorial ‘ebookprofeno’ que pusiste en marcha hace un año, con Sol Cabañas, cierra 2012 con un nuevo libro, “¡Me importa un verso!”, de Alfredo López Nicolás. ¿Qué destacarías de esta nueva experiencia editorial que en un año ha puesto 5 títulos en la Red?

—Casi un año después me reafirmo, con más firmeza si cabe, en el manifiesto fundacional.
Solo añadir que estamos encantados con nuestros autores, incluso los desconocidos.

Seguimos este año con más fuerza, moral y ganas.

(Por favor aquí añadir enlace al manifiesto profenista)

—¿Proyectos editoriales en cartera (próximos títulos de e-bookprofeno)?

—No podemos hablar de eso pero estamos a rebosar.

—¿Y otro tipo de proyectos?

—De eso tampoco podemos hablar, pero tenemos sorpresas en la recámara (ya que está feo y mal visto tener balas).

—En 2012 has realizado un auténtico ‘tour’ poético por toda España, asistiendo a festivales, encuentros y presentaciones… ¿Qué aportan estos encuentros? ¿Cuál ha sido el mejor y el peor y por qué?

—Quiere la personilla que me entrevista que le cuente lo que no voy a contar.

Lo mejor, ‘Los Picaversos’ de Santiago de Compostela con una diferencia sobre el resto, asiste un público formado por personas normales (vamos casi ningún poeta) que recibe la palabra con gusto y gasto, ya que paga por escuchar, sí, sí paga por escuchar. Una maravillosa inicativa de Olalla y Branca.

Además he disfrutado como nunca en ‘Voces del Extremo’ en Moguer, este año ha sido especial, seguramente han participado una cantidad de poetas que me gustan que no he podido encontrar en otro lugar. Pero vamos todo el público son poetas (salvo algún novio o novia pesarosos).

No puedo dejar de mencionar La Poesía Salvaxe de Ferrol, comandada (y de qué forma) por el gran Valle (Karlotti).

En Edita Punta Umbría se da una mezcla especial de diversas personas, latinoamericanos, vascos, de otros lados y centros. Siempre es una delicia aprender de edición, de libros y a la noche escuchar la palabra, amarrado a un vaso o una botella y el mar al lado (bueno es una ría pero vale).

Además los amigos de la Xarxa de poesía urbana de Barcelona te acogen maravillosamente en sus fantásticos zulos.

Vociferio en Valencia tuvo como marco incomparable una capilla desacralizada ¿o no? Y numerosos amigos levantinos y levantiscos.

Suburbia, con algunos de los poetas que mas me gustan, festival itinerante por Castilla-La Mancha.

Echo de menos una movida en la que se pudieran ver y conocer poetas de todos los lugares y acentos, voces y palabras, lenguas y estilos, pues la verdad es que hay tantos poetas (y de estos muchos buenos y algunos muy buenos) que me gustaría que se conociesen. Yo conozco a unos y otros y me gustaría hacer de celestina poética.

Y no puedo dejar de hablar de lo nuestro, Dolores de poesía en los bares, en su tercera edición y ya apuntando la cuarta, en León.

—¿Es posible seguir realizando actividades culturales en un país en crisis?

—Si no eres de la camada de las subvenciones no te las pueden quitar, si no eres de los que recorren las obras sociales de las paupérrimas cajas de ahorros (desvalijadas por políticos y empresarios desalmados), pues te importa un bledo su desmoronamiento; si ningún ayuntamiento, diputación, junta de lo que sea, o cabildo es de tu cuerda (porque tu cuerda es la de colgar a todos los políticos) pues no echas de menos asistir a sus festines culturales. Y así y así, puedo decir que de momento soy mi propio mecenas, voy donde me llaman, donde quieren escuchar mis palabras y como yo otros muchos. No nos hacen falta pesebres oficiales, ni hacer besamanos a los popes del cotarro (el que sea), ni nada de nada.

Exposiciones, teatro, audiovisual al margen, siempre al margen y ahora siguen igual, para colgar un cuadro sólo hace falta el cuadro y una pared, no son necesarios cócteles llenos de idiotas ni catálogos a todo color que se amontonan en los almacenes de las instituciones.

—Para terminar, como activista de la red… ¿hacia dónde apuntan las redes sociales, qué está cambiando (si es que está cambiando algo)?

— Ni idea, me hubiese gustado que las redes descentralizadas y fuera de las manos empresariales capitalistas, como las que se plantearon desde el 15M (o como queramos llamar a la revuelta), hubiesen triunfado.
En cualquier caso las redes al uso están en manos de nuestros enemigos y debemos de tener cuidado en su uso. Incluso cuando esos dueños proclaman su independencia los estados policíacos (premiados con el Nobel de la paz de forma nauseabunda) intimidan para obtener informaciones privadas.

Pero vamos, que seguiremos con ellas o sin ellas.


Por Eloísa Otero, en TamTam Press.

Photo by JR Vega

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