lunes, 29 de junio de 2015

ALTERNANCIA por Maica Bermejo Miranda.



El relevo, natural, se produce con calma, sin angustia, sin miedo. Sólo es dejar paso a los otros tras el tiempo disfrutado.

Hemos cubierto la etapa. El plazo ha finalizado. Desde la perspectiva de lo vivido observo con ternura la inocencia, el desconocimiento, el aprendizaje, los caminos por descubrir.

Miro con cariñosa alegría cómo exploran alborozados estrenando nuevas sensaciones.

Delego en ellos la ilusión, las ganas, el entusiasmo. Mis ojos escrutan caminos inéditos. En el entretanto, el alma descansa plácida en espera del nuevo destino, de la oportunidad que nace con el cambio para abrirse a nuevos designios.
Todo es un llegar y un partir sin renuncias ni anclajes. Estamos y seguimos estando en los diferentes planos superpuestos, espíritu creador abarcador de espacios.

Vidas paralelas intercaladas. Vías de tránsito simultáneas por las cuales viajamos en el espacio elástico del tiempo inexistente.


Maica Bermejo Miranda, del blog Al sur de los tambores.


jueves, 25 de junio de 2015

APROXIMACIÓN POÉTICA AL ORIGEN DEL LEGUAJE por Rodrigo Garrido Paniagua.



Hemos olvidado las primeras imágenes de la vida.

Toda aquella vasta experiencia sin nombre
donde las cosas escapaban alertadas por la imprecisión.

Nada era sólido.
La naturaleza nos superaba en número
y ni siquiera un largo día de luz inspiraba confianza.

¿Cómo atrapar la belleza?
¿Cómo expresar la impotencia ante lo finito?

La realidad todavía era un lugar inesperado
en el que la vida lenta de los mamuts
se parecía bastante al camino gris de las nubes.

El lenguaje pareció surgir de la nada.

Un juego simbólico
en prehistóricas bocas de piedra,
un ejército en construcción de sonidos afilados.

La palabra fue la herramienta que logró desbrozar el silencio.

Al nombrar,
todo aquello que observábamos
parecía acudir.

Pero el mundo se resiste a ser un animal domesticado.

Aún regresa a nosotros,
en este siglo de consumo y hologramas,
ese estado original de mudez
que tanto nos asusta:

el indócil galope de los amaneceres,
por ejemplo;
la inagotable alegría salvaje de las tormentas.


Rodrigo Garrido Paniagua


sábado, 20 de junio de 2015

JESUCRISTO-JINETE ELÉCTRICO por Ricardo Moreno Mira.




JESUCRISTO-JINETE-ELÉCTRICO
JESUCRISTO-COCA-COLA
JESUCRISTO-EXTERMINADOR
Jesucristo Carrefour
Jesucristo J. P. Morgan
Jesucristo-Shell
Jesucristo mecánico, dios del álgebra
y los vectores
Jesucristo
dios de la luz y el sol
Jesucristo Egletes, radiante
Jesucristo Febo, brillante
Jesucristo Liceo, luminoso
Sanador
Agieo
Jesucristo Alexiaco, el que aparta la desgracia
Jesucristo Iatros
Jesucristo-Redbull
Jesucristo, dios de las plagas
las enfermedades y la corrupción
y defensor contra ratas y langostas
Jesucristo, que aparta los mosquitos
cazador de ratones y
saltamontes
Jesucristo Sauróctono, matador de lagartos
Jesucristo Aphetoros, dios del arco
Jesucristo Argurotoxos, del arco de plata
Jesucristo Hekebolos, el que dispara lejos
Jesucristo Licio, matador de lobos
o Lykegenes, nacido de una loba
Jesucristo Nomios, vagabundo
Jesucristo
fundador de murallas
Jesucristo industrial
Jesucristo Cintio
Jesucristo Delfinio, del útero, en Delfos
que se asocia a los delfines
Jesucristo Pitio
Jesucristo Timbreo
Jesucristo, profeta
Jesucristo Coelispex , que observa el cielo
Jesucristo Loxias, oblicuo
Jesucristo-jinete-eléctrico
Jesucristo, dios de PEMEX y SHELL
Jesucristo Ninfageta
dios solar y de la curación
Jesucristo Atepomarus, gran jinete, o dueño de un gran caballo
Jesucristo Belenus, brillante
Jesucristo Cunomaglus, señor de los perros de caza
Jesucristo Grannus, Jesucristo Maponus
Jesucristo Moritasgus, masas de agua marina
Jesucristo Vindonnus, luz clara, dios de la curación
especialmente de los ojos
Jesucristo Virotutis, benefactor de la humanidad
Jesucristo brillante
Jesucristo-ángel-exterminador
Jesucristo, dios de América
Jesucristo-atlántico
Jesucristo-vencedor
Jesucristo-atómico
Jesucristo-caballo
Jesucristo-matador

Ricardo Moreno Mira, de Jesucristo está a las puertas y cabalga un caballo eléctrico (Lupercalia, 2015).


miércoles, 17 de junio de 2015

LOS VIENTOS QUE TE NOMBRAN: Juanjo Ramírez Mascaró.




"Del yin y el yang, del eros y el tánatos y muchas otras delicatessen de los tiempos modernos, nos habla Juanjo Ramírez, el director de la inolvidable cult movie Gritos en el pasillo, en este inclasificable libro, en parte romántico y gótico, en parte vanguardista y moderno, con una prosa mágica y deslumbrante"

Vicente Muñoz Álvarez

“En esta humilde novelita que sujetan entre sus manos, van a encontrar algunas de las más hermosas reflexiones jamás hechas sobre el Amor, el Arte… y el Amor al Arte.”

César del Alamo

Sinopsis 

Esta historia comienza con dos personas. Dos personas que no se conocen. Dos personas cuyas vidas están a punto de colisionar para cambiar de forma irreversible.

Él es un escritor mediocre recién abandonado por su novia. Ella es una muchacha que huye de su ciudad porque ha tenido un sueño terrorífico.

Ambos toman decisiones drásticas para escapar de sus vidas, decisiones que despiertan ecos mágicos y ponen en marcha un auténtico cuento de hadas. Porque en eso consiste Los vientos que te nombran: Un cuento de hadas urbano, con la Magia coloreando la ciudad con una epidemia de setas y de musgos. Una magia incómoda que brota entre las grietas de lo cotidiano. Una magia que guiará a los personajes hacia un Destino de los que se escriben con mayúscula y ocasionan temblores en el cuerpo y en el alma, provocando encuentros imposibles, sembrando revelaciones oníricas, cambiándolo todo de sitio como un terremoto imperceptible.

En Los vientos que te nombran el lector encontrará todos los ingredientes de los cuentos de hoy y de siempre. Amor y horror. Luces y sombras. Héroes que buscan lo imposible. Príncipes que necesitan a su princesa y princesas que buscan a su príncipe. Peligros. Ensoñaciones. Prohibiciones sagradas.

Todo ello condimenta este amago de búsquedas y superaciones personales, este viaje iniciático donde lo sobrenatural guiará a los protagonistas a través de un laberinto de paraísos e infiernos, de alegrías y miedos.



TRIUNFAR por Enrique Cabezón.



"Siempre he deseado que la gente triunfase allá en lo que desease y, a ser posible, que yo no lo viese. Triunfa lejos, es uno de mis lemas."

Enrique Cabezón

martes, 16 de junio de 2015

COMPASIÓN POR EL DIABLO por El Sek.




Una vez más me encuentro frente a este ordenador,
esperanzado a que las letras fluyan, sin una idea fija, ni un posicionamiento ante nada,
pero con la maldad en los dedos, la soledad de abrigo y la mente posicionada en la claridad.

Esas últimas señales de cordura no hay que confundirlas con optimismo,
porque no son tiempos de victorias:
todo mundo se cree un Di Stefano en la cancha, la literatura, el periodismo...en la vida.
Pero todo mundo se equivoca, porque sólo hubo un Di Stefano en el macrocosmos.

Eso no quiere decir que alguien no se pueda sentir un Riquelme, un Zidane, un La Volpe, un Bielsa, un Zurdo López, un Menotti, un Aragonés; en la vida hay espacio para todo: para romper caras, corazones, piernas y hasta para salir herido; también para intentar ser un Bukowski, un Carver, un Fante, un Ruvalcaba... en la vida se puede ser todo menos un comepollas presumiendo que eres un Riquelme en la final de la Copa Libertadores, un Maradona defendiendo el uso de drogas; en la vida se puede ser de todo, menos un imbécil que se atiene a las victorias de Brasil del pasado; se puede ser de todo, menos un alemán cobarde en la cancha, en esta vida se puede ser de todo... desgraciadamente el mundo esta lleno de lo antes descrito.

Al leer esto pedirán una crítica personal y aquí va:
Yo que quise ser tu Riquelme en medio campo,
tu Bielsa para táctica y estrategia,
tu Benedetti para enamorarte con cada suspiro,
tu Santos contra Chivas del 93,
tu Toros Neza de Enrique Meza,
tu Matute Morales, tu todo terreno del Cuchillo Herrera...

Tu Fante insultándote porque no me amas,
tu Dostoievski con su confundida cordura
tu Hemingway español...

Tu Lux Interior conduciendo por una carretera triste y desolada,
donde cuervos habitan sin ser interrumpidos, menos cuando una llanta rechine
producto del comportamiento de un conductor ebrio;
tu Johny Cash cantando "Because you are mine I walk the line";
el padre de tu Elvis regalándote un Cadillac Fleetwood 60.

Todo eso, si hubiese sido titular, pero como Rivaldo en el Barcelona:
un falso 10 nunca está demás, sobretodo en este mundo carente de estrellas.


El Sek 


lunes, 15 de junio de 2015

KILÓMETRO 0 por Concha González.




Asumir las sombras
de un destino inexistente

disimular la lástima
entre ahogos de silencios
mientras la espada hiere
su propio filo

y lo invisible
instantes encubiertos

como un absurdo estado
de desocupación

lo invisible

sacudiendo la estabilidad
desnudando la estabilidad
ahogando la estabilidad
y, pasando a ser
                    después de todo

lo más visible
lo más real.


Concha González, del blog Mar de Espigas.


cover by Vladimir Kush

sábado, 13 de junio de 2015

LA ARAÑA por Pepe Pereza.



La buhardilla, por llamarle de alguna forma, es vieja, fea y sin comodidades. Cualquier adjetivo peyorativo valdría para definir parte, o un todo, de la vivienda. En apenas veinte metros cuadrados se distribuyen un diminuto cuarto de baño, una cocina encajada en cuatro baldosas, y una especie de habitáculo que lo mismo sirve de salón que de dormitorio, según convenga. El mozo que me ha ayudado con la mudanza se acaba de ir y el poco espacio que ofrece la estancia está ocupado por unas cuantas cajas sin desembalar. Cuando la encargada del alquiler me enseñó este sitio, la luz diurna entraba por las ventanas y no me pareció tan deprimente como ahora, que lo veo bajo el tenue resplandor de una bombilla. Voy al baño. Hay una telaraña enorme que se despliega desde el techo hasta ambas paredes. Miro por los rincones intentando localizar al artífice de tan colosal obra. No le tengo miedo las arañas, no obstante, por el tamaño de su tela conviene ser precavido. Alargo el brazo para coger la escobilla del váter y con ella retiro las hebras. La araña no aparece por ningún lado, y eso que la busco detrás del lavabo y del retrete. Finalmente desisto. Después de todo un día de ajetreo me siento cansado y quiero acostarme. Para desplegar el sofá-cama tengo que dejar sitio libre, así que apilo las cajas junto a la pared. Una vez extendido el colchón, me tumbo sobre él y me quedo mirando al techo. Un techo desconocido, que con el paso de los días, supongo, iré haciendo mío. Me enciendo un cigarro y fumo mientras espero a que vaya llegando el sueño. El cuerpo me pide descanso, pero la cabeza no deja de plantearme preguntas para las que no valen respuestas. Qué feas se ven las cosas cuando el futuro está iluminado con una bombilla de cuarenta vatios. El cansancio hace mella y, finalmente, duermo.
Me despierta el aroma del café que llega de las cocinas a través de los patios interiores. Salto de la cama y me acerco a la ventana para contemplar la arquitectura de los tejados. Una llanura de tejas sembrada anárquicamente de antenas y chimeneas. Suena el móvil. Es ella. El pulso se acelera y me tiemblan las manos. Me armo de valor y contesto lo más fríamente que puedo.
- ¿Sí?
- ¿Cuándo vas a venir a recoger el resto de tus cosas?
- Me he traído todo lo que necesito, con lo demás puedes hacer lo que quieras.
- ¿Estás seguro?
-  Sí.
- Por cierto, acuérdate de que pasado mañana firmamos los papeles. No faltes.
Le digo que iré, aunque no pienso hacerlo. Después de colgar me acerco al baño. Al entrar me llevo por delante una telaraña. La fibra se adhiere a mi cara como una segunda piel. Me urge orinar y es lo primero que hago. A continuación me quito los hilos de la cara y con la escobilla retiro los que quedan en las paredes y en el techo. Nota mental: comprar insecticida.
Una vez desembaladas las cajas y ordenado cada cosa en su sitio, la buhardilla empieza a parecer un verdadero hogar. Aunque la tarea me ha costado casi todo el día, me siento satisfecho con el resultado. Además, estando ocupado evito pensar demasiado y quebrarme la cabeza con problemas que ya no tienen solución. Es hora de preparar la cena. Lo dispongo todo. Esta será la primera vez que cocine en esta casa. Haré algo especial y para celebrarlo abriré una botella de vino.
No tendría que haber bebido tanto. El alcohol no me sienta bien. Mis borracheras nunca han sido divertidas. Que yo recuerde, siempre que me he pasado con la bebida lo he terminado pagando, agobiado en un embudo de mareos, dobles visiones y confusión. Corro hasta el retrete para vomitar. Un acto que para mí es un verdadero suplicio. Una tortura en toda regla que me hace sudar como un cerdo y retorcerme de angustia e impotencia. Una vez expulsado del cuerpo todo lo que el estómago se niega a digerir, llega un momento de respiro. Me seco las lágrimas y las babas. Frente al espejo veo mi rostro demacrado y a mi espalda: una nueva telaraña. De pronto siento un odio desmedido hacia la araña. La busco para acabar con ella, pero no aparece. Sin embargo, sus hebras son una prueba fehaciente de que anda por aquí. Miro detrás del espejo, debajo del lavabo, en cada recoveco… Antes de que me domine la ira, consigo tomar aire y contar hasta diez… Con la cabeza fría veo la solución; si quiero que la araña se marche tendré que dejarle una vía de escape, así que abro el ventanuco del baño y me voy a dormir.
Me despierto con un agudo dolor de cabeza y un malestar en el cuerpo que roza la enfermedad. Para más inri, en cuando pongo los pies en el suelo suena el móvil. El timbre es el equivalente a una broca taladrándome la sien. Me abalanzo a por el aparato. El que llama es mi abogado.
- Te recuerdo que mañana tenemos cita con tu ex.
No le digo que no voy a ir.
- Descuida, lo tengo presente.
- ¿Quieres que quedemos media hora antes para darle un repaso a los papeles?
- No, ya está todo repasado. Prefiero acudir directamente a la cita.
- Ok, nos vemos entonces.
Es en momentos como este cuando tomo conciencia de que soy un fracasado, un tonto del culo que no se entera de qué va la movida, un gusano insignificante, prescindible, mortal, un ser despreciable que no merece ni el aire que respira. Me digo que todo es por culpa de la resaca. Pero no. Sé perfectamente que estoy acabado y llevo las de perder, sea con resaca o sin ella. Necesito una ducha que me limpie el sudor y los malos pensamientos. Al entrar en el baño veo una telaraña que se extiende desde el techo hasta las paredes. En medio cuelga una especie de envoltura compacta del tamaño de un puño de la que sobresale el ala de un murciélago. Es una declaración de principios por parte de la araña. Al menos, así lo entiendo yo. Con la ejecución del murciélago la araña me está diciendo que no se va a mover de aquí, que este es su sitio y, pase lo que pase, lo seguirá siendo. Mi primer impulso es destrozar la telaraña, pero me siento tan débil que temo quedar enredado en ella. Solo puedo hacer dos cosas: rendirme a la evidencia del enemigo y retirarme a un rincón para digerir la derrota.

Pepe Pereza, del blog Asperezas.

sábado, 6 de junio de 2015

SOBERANÍA por Silvia D Chica.



Soberanía
pura,
mi tierra,
mi dominio,
mi absoluto reino,
mi paz
y mi silencio,
ese que nunca te traiciona.

Silvia D Chica,
de La Tierra Pura
(Zoográfico Ediciones, 2015).

Silvia D. Chica (León, 1968). Ilustradora, fotógrafa y escritora. Miembro fundador del fanzine Vinalia Trippers. Colabora habitualmente en diversas revistas y medios y su obra ha sido recopilada en varias antologías. Gestiona el blog La Tierra Pura: http://silvidchica.blogspot.com.es. Es profesora de Yoga, y combina su pasión y su profesión con la maternidad de gemelos. Vive con su familia en Valdefresno, un pueblo pequeño cercano a León.

La portada es del ilustrador Toño Benavides (León, 1961) y el prólogo de Ana Perez Cañamares.

Diseño: Zoográfico, montado en el taller de VK, Poesía de la tierra. 130 páginas,19,5 x 11,5 cms, pvp 10 euros.

Pedidos: hvaldez38@hotmail.com y en los puntos de venta habituales.

miércoles, 3 de junio de 2015

EL HOMBRE DE LAS SUELAS DE VIENTO

Próximamente

TAN ALTO COMO LA LUNA por José Malvís.




Los niños me miran como si mis ojos fueran la tele,
se equivocan aunque entiendo el error,
yo tampoco hacía los deberes siempre,
prefería escapar a la calle, al parque, donde fuera,
patinaba en bicicleta, rompía las rodilleras, las camisetas...
Ruborizado y anhelante, siempre había una niña, 
siempre hay una niña,
pellizcando, pinchando,
jugando ambos a ser malos mientras la pandilla miraba 
y decía eso de “los que se pegan, se desean”.

Tengo casi cuarenta castañazos
y los niños se chocan conmigo constantemente
(qué puedo decir de las niñas),
parecen confundirme con uno de ellos,
como si fuera otro más corriendo, tirando el helado en cualquier dirección
o teniendo chorretones de chocolate en los mofletes, manos y/o zapatos...

Los niños siguen mirando como si mis ojos fueran la tele,
todo continúa tropezando con la misma piedra,
y sospecho que la culpa es mía 
por haber dejado abierta una puerta en las pupilas,
una que sigue presente para quién sabe dar al botón del mando,
visionar mi isla en Nunca Jamás,
custodiada sin duda por Garfio y Pan y aquella niña que sin anzuelos
me pinchaba y pinchaba hasta ser tan alto como la luna.

Hay una niña, siempre hay una niña al fondo de este espectáculo.


José Malvís


martes, 2 de junio de 2015

3 POEMAS de ANOGREXIA por David Benedicte.




KARAISKAKI SQUARE

El hecho es que –digamos lo que digamos–
no nos sentimos europeos. Nos sentimos «fuera».
Y peor es lo mal que nos sienta cuando nos lo dicen…
Lleva a Grecia en tu corazón, y sufrirás un infarto.


Nikos Dimou. La desgracia de ser griego


Yo soy de los que cuando llegan
a la capital de un país
al borde del ‘crack’ financiero,
se dejan racanear euros
en un taxi, entre otros sablazos.
¿No va en el ‘debe’ del expolio?

El hombre nace, luego muere,
pero el derrumbe permanece.
También para esto hay que temer
con auténtica valentía.

En los WC de Europa perecen
generaciones al completo.
Por las noches, algunas bailan.


HAIKU PEPPERONI

Telepizzero
es el feroz centauro
de este lugar.


GRANADA VISTA DESDE EL CIELO

Cuando se hundieron las formas puras
bajo el cricri de las margaritas
comprendí que me habían asesinado.
Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias,
abrieron los toneles y los armarios,
destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro. 
Ya no me encontraron.
¿No me encontraron?
No. No me encontraron.


Federico García Lorca


Tras una pelota, siempre va un niño.
Detrás de un niño, corre siempre un cura.
Dentro del cura, se aloja el barranco.
En un barranco, mataron a Lorca;
debajo del cual, trompetea Falla,
a quien se suma el cantaor Morente:
son tres tristes muertos resplandecientes
que arrastran, zombis, la funesta facha
de un microondas desenchufado.
Lorca, Falla y Morente. En un barranco.
Trotan delante de un cura, y de un niño,
en busca de esa pelota menguante
que recubra el Sacromonte de estrellas
con sus brazos en cruz de cruz de mayo.
Y entre tanto desorden, un disparo
de luz que maniata al tiempo con cándidas
cuerdas crueles. Cuerda niña. Cruel cura.


David Benedicte, de Anogrexia.